Leer para aprender a caminar
Resumen
Enorme era mi expectativa ante el inminente arribo a Puerto El Carmen del Putumayo. Dos días antes había llegado a Lago Agrio en un avión a hélice que había superado la cordillera entre sustos, gritos, turbulencias y ensordecedores ruidos de sus motores. Así, pasé del frío y lluvioso temporal quiteño, a la envolvente y cálida humedad de la zona baja de la Amazonía. Del orden, comodidad y servicios que brindaba el aeropuerto de Lago Agrio, es decir, de las instalaciones de Texaco, migré a calles polvorientas unas, manchadas de aceite de petróleo, otras, y sobre todas ellas – que no eran muchas - a centenares de personas que vendían y compraban de todo, bajo un sol canicular y vestidos multicolores en ese pueblito que se había formado junto a las instalaciones petroleras, Lago Agrio.
Descargas
Descargas
Publicado
Cómo citar
Número
Sección
Licencia
Derechos de autor 2016 Universidad Nacional de Educación
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0.