Ronroneo y Gotín

Resumen

En el corazón del casco colonial de Quito vive Romeo Ronroneo, un travieso y curioso gatito. Una noche, mientras buscaba saciar su sed, abrió la llave del lavamanos y dejó correr el agua. Entonces apareció Gotín, una pequeña gota, que le explicó que el agua es un recurso valioso y no infinito. Gotín le contó sobre su largo viaje desde la nube hasta el grifo y cómo en muchos lugares esta llega a escasear. Ronroneo, sorprendido y bastante avergonzado comprendió la importancia del agua y no desperdiciarla. Desde ese momento, bebió solo lo necesario y promovió entre sus vecinos gatunos el uso responsable del agua. El encuentro con Gotín le enseñó que cada gota cuenta y que todos somos responsables de cuidarla para garantizar que nunca falte. Así, el gato del barrio se convirtió en un defensor del agua, recordando a todos que su cuidado es tarea de todos.